«Y esta semana, Granada, siempre Granada, que me va a matar de afecto,
tantos abrazos, tanto retratarse junto al cronista,
como quien se retrata junto a una vieja ruina,
más que histórica, pintoresca».
_______________
Tico Medina
Cronista oficial de la ciudad de Granada.
_______________
¡Ay la Cuaresma! Ya saben que ahí estuve haciendo el pregón, en la Abadía, del Cristo del Consuelo y María Santísima del Sacromonte. ¡Qué emoción tan grande! ¡Que peso, el de esas altas torres, que debemos cuidar los granadinos como si fuera, que lo es, el Santiago del Sur, para la peregrinación y la concordia...!
Fue inolvidable el pasado domingo. Hay cosas que ya forman parte de la historia de ese viejo cristiano sufí, al que últimamente le salen en verso casi todas las cosas que escribe de Granada, ¡ay mi Granada!
Mi cuerpo gozó, mi alma trascendió. Últimamente no me atrevo a escribir una crónica con nombres, porque muchos se me van quedando en el camino. Sí que me he traído un Cristo inolvidable, una Virgen dolorosa, una medalla de las de la Cofradía, a la que añadí en su nombramiento iniciático, otros treinta y tres adjetivos, como años tuvo Cristo, como pedazos de madera fueron necesarios a Risueño, el gran escultor granadino, para armar la verdad inmensa de ese Jesús de los cuatro clavos.
(Diario IDEAL/Granada, 18/03/2012 - pág. 22)