CARTEL' 2012

IDEAL GRANADA

01/02/2012 - pág. 14

Y tras la Presentación del Cartel,

la Primera Levantá y posterior Procesión Claustral...

Ver Reportaje fotográfico.

EXALTACIÓN DEL CARTEL

DE SEMANA SANTA

DE LA INSIGNE, PONTIFICIA, REAL, COLEGIAL,
MAGISTRAL Y SACRAMENTAL COFRADÍA DEL
SANTÍSIMO CRISTO DEL CONSUELO Y
MARÍA SANTÍSIMA DEL SACROMONTE

AÑO 2012

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EMILIO PINTOR RIVAS

29 de Enero de 2012

Abadía del Sacromonte

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ENCUENTRO

EN EL CIELO

Gracias querido amigo y hermano Emilio… por la presentación que has tenido para con mi persona, en nombre de la amistad que ambos nos profesamos, tan sólo te puedo decir eso, gracias hermano.

Rvdo. Padre don José Antonio Vinuesa García, Rector de esta Santa Iglesia Abacial del Sacro-Monte.

Rvdo. Padre don Francisco Alonso Rubio, consiliario de esta Insigne, Pontificia, Real, Colegial, Magistral y Sacramental Cofradía del Santísimo Cristo del Consuelo y María Santísima del Sacro-Monte.

Distinguido Hermano Mayor, y distinguida Junta de Gobierno, de esta Cofradía de los Gitanos.

Don Baldomero López Martín, Sr. Presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio del Sacro-Monte.

Distinguidos representantes de otras Cofradías y Hermandades.

Queridos amigos y hermanos de nuestra muy querida y Venerada Semana Santa y Mayor de Pasión y de Gloria granadina, es para mi un grandísimo honor el encontrarme hoy aquí ante ustedes, para presentarles la exaltación del cartel de este año de 2012 de nuestra Cofradía, y al mismo tiempo, un enorme reto, pues la responsabilidad de tener que hacer la exaltación de Nuestros Sagrados Titulares, en esta majestuosa Abadía, cuna y fragua de nuestra fe, créanme queridos amigos, que son palabras mayores.

Hablar de Nuestra tan Querida y Venerada Semana Santa granadina en cualquier otro lugar, no es que esté exenta de responsabilidad, pero… hablar aquí, en la Abadía, cuna de nuestra fe, es como decimos los castizos… harina de otro costal.

Yo tuve la suerte de nacer Ave-Mariano, y por añadidura… Manjoniano, y desde que nací… llevo a mucho orgullo el sentirme así de esta manera.

Hoy al encontrarme ante ustedes, me hace recordar no mis tiempos de alumno, sino a mis grandes maestros, a esos Padres que alimentaron espiritualmente mi alma, a los cuales les debo sin lugar a dudas la responsabilidad y el honor de poder dirigirme a todos vosotros, compartiendo como el primero este hermosísimo Cartel.

Por ello, agradezco muy grandemente tanto a esos Padres de nuestra Santa Madre Iglesia, como a esta Ilustre Junta de Gobierno, con su Hermano Mayor a la cabeza, el haberme honrado con su confianza, y designarme exaltador de nuestro Cartel este año.

Espero poder estar a su altura y no defraudarles. En breve… podremos disfrutar de la bella fotografía que tan gentilmente nos ha cedido don Manuel Lirola García, sin duda alguna, un extraordinario hombre, un extraordinario profesional granadino al que podemos ver con su cámara al hombro, día tras día, año tras año, Semana Santa tras Semana Santa, buscando esa imagen entrañable que quede en nuestro recuerdo, y que forme parte de la historia de nuestras Hermandades y Cofradías. Sin lugar a dudas, Manuel Lirola García ya ha escrito más de una página de nuestra importante historia cofrade y las que le quedan por escribir con sus bellísimas instantáneas. Pero antes de revelarles la misma, permítanme que a modo de introducción les haga soñar un poco, como yo he soñado con mis pobres palabras.

                        ¿Porqué tuvo que ser Granada
                        la que en la nueva Jerusalén se convirtiera,
                        y huérfana de Padre quedara,
                        al llegar la primavera?
                 
                        ¡Huérfanos de Padre quedamos,
                        más a Su Divina Madre, como Madre, nos entregó,
                        y así mitigó nuestro dolor, nuestro llanto,
                        y cuando llega la tarde del Miércoles Santo,

                        toda Granada se convierte en un inmenso clamor,
                        cuando a la calle salen Nuestros Sagrados Titulares,
                        desde El Sagrado Corazón!

Queridos amigos, cuando he citado anteriormente a los Padres de la fe de esta ciudad, como todos sabéis, me he querido referir al primero de todos, al Santo Patrón San Cecilio, el cual además de ser nuestro Santo Patrón, da nombre a esta hermosísima Abadía y a los cuatro Varones Apostólicos que sufrieron martirio como él, junto a sus nueve discípulos. Más cercano a nosotros, a Don Andrés Manjón, el cual como mucha gente recordaremos de por vida, enseñaba al pie de esta Abadía a los niños y no tan niños las cuatro reglas entre canciones y pedazos de pan. Y para finalizar, al actual Arzobispo, don Francisco Javier Martínez, que tanto está aportando a nuestra Semana Santa, sin dejar de recordar por ello a tantos y tantos padres como podemos recordar en el paso del tiempo. Un recuerdo lleno de agradecimiento para todos ellos, que sería una muy larga lista de nombres como os podéis imaginar, y por miedo a dejar en el tintero a alguno de ellos, prefiero si me lo permitís, el recoger entre estos tres Padres
a todos en general.

En todos ellos, el mismo ánimo de enseñar, de educar, de alimentar espiritualmente
a sus fieles y parroquianos. Y vosotros os preguntareis… ¿y qué tienen que ver estos personajes de la historia con el cartel? Queridos hermanos en la fe de Cristo Nuestro Señor y Su Divina Madre la Virgen María, en sus advocaciones del Consuelo y del
Sacro-Monte. Todo, pues un cartel, puede ser de anuncio, de recuerdo, incluso puede llegar a ser de propaganda, pero queridos hermanos, no nos engañemos, para los cristianos, un cartel de Semana Santa es revivir aquel tiempo en que nuestro Señor Jesucristo y Su Divina Madre, nos trajeron el Nuevo Testamento, un mandamiento nuevo y la forma de vivir eternamente, de vivir para la eternidad y de vivir junto con nuestro Creador, con Nuestro Padre Celestial.

Ellos son… esa fragua que moldea el corazón cristiano, dándonos esa fuerza que todos necesitamos para ser lo que somos, Hijos de Dios.

Me viene a la memoria aquellas bonitas palabras de don Andrés: Si los niños aprenden jugando, juguemos con los niños para que aprendan.

Pues si una imagen vale más que mil palabras… veamos por fin el cartel que esta Insigne, Pontificia, Real, Magistral, Colegial y Sacramental, Cofradía del Santísimo Cristo del Consuelo y María Santísima del Sacro-Monte, les presentamos en este año de 2012.

Normalmente, ahora tendría que hablarles un poco de la historia de esta nuestra Cofradía, pues bien, creo que a estas alturas, otros ya lo dijeron todo y para mí sería reiterar lo que otros antes que yo dijeran, por ello seré breve y tan sólo les diré, que… esta Cofradía a lo largo de su historia, ha sido quizás, la más nómada en sus salidas procesionales, desde su fundación en el año de 1939, hasta la actualidad, que también es una de las que más nombramientos de hermanos honorarios hizo.

Desde su primer Hermano Mayor, don José Jiménez Casquet, hasta el actual don Francisco de Paula López Cánovas, esta Cofradía sufrió por distintos motivos, numerosos cambios en sus Templos de salida, los cofrades más antiguos así lo recordarán, hasta llegar al templo del Sagrado Corazón.

Del autor de la Imagen del Santísimo Cristo del Consuelo, de don José Risueño y Alconchez, ¿qué les puedo decir que no se haya dicho ya también? Todo lo que pueda decir de este imaginero y pintor, otros lo dijeron antes que yo, basta decir que Su obra es conocida a nivel mundial, por ser el imaginero de El Cristo de los gitanos, El Cristo de los cuatro clavos, que es granadino y que sus restos mortales descansan en la granadina Iglesia de Santa Ana.

Del autor de la Imagen de Nuestra Señora del Sacro-Monte de don Manuel González,
tan sólo una connotación. Creo que cuando hizo la talla de Nuestra Señora y Madre,
no pudo ni soñar por un momento que con el paso del tiempo, Ella llegaría a ser la Madre de todos los gitanos, pues a poco que nos fijemos, Nuestra Señora, María Santísima del Sacro-Monte, guarda más semejanza con la Imagen de una Inmaculada, que con la de una Dolorosa.

Don Andrés Manjón y Manjón, supo ver esa otra Imagen dentro de la Imagen, supo descubrir… lo que Nuestra Señora quería ser, y Ella quiso ser para todos nosotros… además de La Madre de Dios, la Madre de todos los creyentes, la Madre del gitano, y por ello pasó a llamarse, María Santísima del Sacro-Monte.

Su mirada limpia, serena, cristalina hacia El Padre, así lo demuestra, así lo atestigua y, así debemos de entenderlo todos los creyentes. María siempre fue la primera entre Sus Discípulos, María siempre fue la primera, en creer en Su palabra, María... siempre fue la primera en decir Sí, a Dios.

                        La fragua se encendió
                        con las oraciones de los gitanos,
                        para hacerle a Su Virgen Santa
                        unos “aretes” encobrados.

                        El aire a su alrededor
                        peinaba Su linda cabeza,
                        mientras los gitanillos,
                        buscaban flores y mimbre
                        para hacerle una cesta.

                        El Padre Manjón
                        al pie de la Abadía
                        fundaba una escuela,
                        donde al rezar El Ave-María,
                        todos levantaban la cabeza,
                        para darle gracias a La Señora,
                        Señora de las siete cuestas.

                        Eran gente humilde,
                        eran gente pobre
                        pero ricos en fe,
                        al tener donde el sol se esconde,
                        a Cristo, “El Consuelo Gitano”
                        y a María Santísima del Sacro-Monte.

                        Sus corazones no son de oro, ni de plata,
                        tampoco son de bronce,
                        pero están finamente tallados
                        en el más puro cobre,
                        por eso tienen ese color,
                        por eso, tienen ese nombre,
                        “Consuelo” de mi consuelo,
                        y María Santísima de Sacro-Monte.

Todos los años queridos amigos y hermanos, al llegar la primavera, las Cofradías presentamos carteles nuevos, con nuevas ilusiones, con nuevos retos. Pero con el mismo significado, con el mismo testimonio; la fe. Serán otras las fotografías, serán otras las calles donde se presenten Nuestros Sagrados Titulares, serán otras las flores que adornan los pasos, pero la fe seguirá siendo mayor, porque cada día que pasa, nuestra fe sigue fraguándose en nuestro interior, en nuestras casas, en nuestros Templos, en nuestras vidas junto a nuestro prójimo, en nuestra casa de Hermandad. Acordémonos de aquellas bonitas palabras de Jesús: “Allí donde haya más de uno hablando de mí, yo estaré presente”.

Hoy socialmente cuando hablamos de fe, decimos... "es que cuesta mucho trabajo tener fe, viendo uno lo que ve". Y yo me pregunto al ver este cartel ¿Dónde está la fe, puedo ver la fe? Creo que entre nosotros hay muchos hermanos y muchas hermanas, que podrían contestar a esta pregunta y dar testimonio de la fe, no hay más que ver en la foto, el gentío que acompaña a la Cofradía, los costaleros que hacen andar a Nuestros Sagrados Titulares, y nadie se pregunta qué hora es, o cuanto queda de camino, se va avanzando poco a poco sin más hasta llegar a nuestra Sede, que es nuestra "meta".

El marco que encierra esta bonita fotografía de Nuestros Sagrados Titulares, es para el cristiano, como el Palio que cubre la Sagrada Imagen de María Santísima del Sacro-Monte. Nosotros podemos refugiarnos dentro de él, de las malas tentaciones, del pecado por medio de la oración y de la meditación en Ellos.

Ellos son ese crisol donde el creyente se debe de forjar para que nuestras vidas sean más limpias, para que nuestras vidas sean más puras, para que nuestra muerte no sea para la eternidad, sino que nuestra vida sea eterna.

La divina cara de Nuestra Señora y Madre, va franqueada por las tres lágrimas dolorosas, como dolorosas fueron las tres caídas de Su Divino Hijo Jesús. Esas mismas lágrimas nos recuerdan a nuestra Salve, “en este valle de lágrimas”. Pero… si nos paramos un momento a pensar, esas mismas lágrimas podemos verlas en el costado del Santísimo Cristo del Consuelo, pues hasta sangre y agua manó de su Divino costado.

Por el agua… el hombre, la mujer, entran en el reino del cielo a través del bautismo. Acordémonos de las palabras de San Juan el Bautista: “yo os bautizo con agua… pero otro vendrá en pos de mí que os bautizará con el Espíritu Santo”.

Su Divina cabeza coronada nos demuestra, que… aun siendo humana, también es Divina, Ella, Nuestra Madre fue la primera mujer en la historia que renunció a la riqueza, pues en aquellos tiempos, la mujer era mera mano de obra para el hombre y moneda de cambio para sus padres.

A través de la dote, ellos se enriquecían, en cambio, sus hijas se acomodaban a la vida del hogar.

María no, María díjose ante la llamada del Arcángel San Gabriel: “he aquí la esclava del Señor, hágase en mí según Su palabra”. Y aceptando ser la esclava del Señor, aceptó también ser la portadora de esa corona de dolor ante la perdida de su Hijo inocente, que la hace Reina y Madre para los creyentes, Madre de la fe, pues aunque a la mujer de aquellos tiempos le estuviera prohibida la enseñanza, Ella, Nuestra Madre, María Santísima del Sacro-Monte, era docta en la sabiduría de la Torá. Pero también esa corona es de amor, y de gloria. De amor… por todos sus hijos, de gloria, por la fe.

El puñal que porta en Su Divino pecho nos recuerda a los creyentes, que el camino de
la salvación no es un camino de rosas, sino de dolor por amor, como Ellos mismos padecieron. Cristo murió por salvar al hombre del pecado. Ella, María, sufrió la perdida de Su Divino Hijo y la perdida de Su Maestro. Más… dentro de esa pérdida se encontró como Madre del creyente, pues ese es el significado de María, Madre... del creyente.

Los rosarios que lleva Nuestra Señora en Sus Divinas manos, son el claro ejemplo de la devoción Mariana que sentimos todos sus hijos. Los pañuelos que igualmente guarda Nuestra Señora son el claro recuerdo de la pureza de Su alma. Blancos como la nieve blanca de nuestra sierra Nevada.

                        Tiene Granada una Abadía
                        situada en el Sacro-Monte,
                        donde habita El Consuelo gitano,
                        y María Santísima lleva su nombre.

                        Rodeados de cuevas
                        donde habitaban los gitanos,
                        aquellos que fueron los primeros
                        en forjar el cobre con sus manos,
                        entre esta noble gente está María Santísima,
                        y El Consuelo nuestro Padre, nuestro Hermano.

                        El Darro Le lava los pies,
                        las montañas le besan las manos,
                        el sol desde lo más alto
                        les presta su mejor luz,
                        para que estén siempre bien iluminados,
                        mientras mi corazón sufre
                        por no estar más tiempo a Su lado.

                        Yo quiero estar más cerca de Ellos,
                        tan cerca, que al mirarlos,
                        pueda decirles al oído,
                        Vosotros sois tan amados,
                        que hasta la tierra tembló
                        viendo al Consuelo Crucificado,
                        y a Su Santa Madre,
                        María Santísima del Sacro-Monte,
                        cómo sufría a Su lado.

Hoy desgraciadamente, dicen con cierta sorna quienes no creen. "Eso de creer, déjalo “pa” los curas" y se ríen de ello, y ante cualquier desastre comentan… "No tenía sus días cumplidos". Bien, ante estas anormalidades sociales, yo respondo… el cristiano debe de ser labor apostólica y evangélica para los demás, y ante lo de que no tenía sus días cumplidos… ¿Se han parado estas gentes a pensar… quién es el que cuenta esos días?

Sus Divinas manos entre abiertas, no es por casualidad que tengan esa posición, la tienen para recoger todas las plegarias de su pueblo para elevarlas a Su Divino Hijo Jesús, y con ello a Dios Padre, pues ya conocemos las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo: “Nadie va al Padre, sino a través del Hijo”.

Si queridos hermanos, María Santísima del Sacro-Monte es la primera mujer que negándose a ella misma, siguió el camino de la salvación.

Las flores que podemos ver en los pasos de Nuestros Sagrados Titulares son plegarias vivas, que al llegar la primavera se convierten en flor para embellecer sus calvarios.

Los doce varales que aguantan el palio de Nuestra Bendita Madre, son para nosotros
los doce meses que tiene el año, para poderla Venerar, para poderla amar, y para su Cofradía, los doce meses que tiene el año para poder trabajar en favor de Sus enseñanzas a través de sus distintas vocalías, para engrandecer la gloria de Nuestros Sagrados Titulares en favor de nuestro prójimo.

Puede que alguien pueda decir al ver el paso de Nuestra Señora, tanto aquí en Su sede, como en carrera, que está cubierta de joyas y eso Ellos no lo querían. Yo les pediría un poco de tolerancia y respeto, pues si a alguien que nos hace un favor, le hacemos un regalo en agradecimiento, cuanto más a Nuestros Sagrados Titulares que nos regalaron la vida eterna. Poco es lo que les damos en comparación, y así hay que reconocerlo.

Como veréis queridos amigos y hermanos, esta exaltación está llena de fe y de sentimiento, también me gustaría que estuviera llena de agradecimientos, y en
nombre del agradecimiento, les agradecería muchísimo a los medios de comunicación, que respetaran nuestro lenguaje, nuestra cultura, pues en nombre del derecho a la libre expresión, se pueden decir tantas y tantas tonterías que aquí en "graná" esas expresiones no tienen sentido. Me explicaré: ¿Cómo puede venir Nuestra Santísima Madre y Señora con bulla por las siete cuestas? Vendrá con gentío, con mucho gentío que es lo suyo, pues aquí en nuestra tierra, la bulla es sinónimo de prisa, y ¿qué prisa puede tener Nuestra Señora y Madre cuando está rodeada de todos sus hijos? ¿Cómo puede hacer una revirá el Santísimo Cristo del Consuelo a la altura del peso de la harina, o de la cueva del Curro? Dará una "güerta", o dará una curva, pero... ¿una revirá?

Dale al Cesar lo que es del Cesar y a Sevilla, lo que es de Sevilla, pero a mi "Graná"
a mi Albayzín, a mi Sacro-Monte... déjalos con lo que nuestros mayores nos enseñaron, que es a lo que estamos acostumbrados. No obstante reconozco que tenemos que agradecerles, el esfuerzo personal y técnico que hacen para poder llevar las retransmisiones de nuestros cortejos a todos los puntos que podemos disfrutar.
Desde aquí... mi más sincero agradecimiento personal, pero... por favor, devuélvanme la vuelta, y no me den la revirá.

A don Manuel Lirola García que tan gentilmente nos ha cedido una vez más, una de sus obras fotográficas para que nos sirva de cartel este año.

Y no puedo dejar en el tintero de mis agradecimientos, a todos ustedes queridos amigos y hermanos, por el honor que me habéis dispensado, al acompañarme en esta exaltación tan cofrade, como es el cartel de los Gitanos. Muchísimas gracias a todos en general y ahora como es preceptivo en mí, mis últimas palabras, que no pensamientos, para Ellos, para Nuestros Sagrados Titulares,

                        Gitano, Gitano, Gitano,
                        Gitano es El Consuelo
                        Cristo de mis entrañas,
                        Gitano es El Cristo que yo Venero
                        "escondío" entre montañas.

                        Cuatro cirios Llevas
                        limitando Tu canasta,
                        y una Cruz de madera,
                        de madera tan amarga,
                        que hasta el árbol "lloró
                        secándosele la garganta,
                        cuando supo que era para Tí,
                        y se le secó hasta el alma.

                        Calvario Llevas de flores,
                        Tu Divina cabeza coronada
                        y en Tu pecho tan Divino una lanzada,
                        que agua y sangre manó
                        sobre Tus carnes tan blancas,
                        que hasta el coral y el cobre cambió
                        su dura y fina estampa,
                        por bailar en silencio cerca de la fragua
                        por El Cristo de los gitanos,
                        Consuelo de mi alma.

                        Gitano, Gitano, Gitano,
                        consuelo de mi alma,
                        ¿dónde estás Gitano mío?
                        que el gallo ya no canta,
                        y una especie de nudo
                        atenaza mi garganta
                        cuando Te veo subir
                        y como fondo, la Alhambra,
                        prestándote su mejor luz
                        hasta llegar a Tu morada.

                        Enrique Morente a Tus pies,
                        una saeta Te canta,
                        mientras “la pata-perro” en el cielo
                        zapatea, Mariquilla Te baila,
                        y Curro Albayzin Te jalea con sus
                        gentes dando palmas,
                        un frío de madruga,
                        nos “cala” a “tos” el alma.

                        Cristo de los gitanos,
                        Mira Tu madre Santa,
                        que tras de Tus Divinos pasos
                        Ella también aguanta,
                        porque Sabe que al tercer día,
                        brillará de nuevo la esperanza.
                     
                        Y como bien dice en sus meditaciones
                        nuestro muy querido y recordado Beato
                        Juan Pablo II, hoy más que nunca, María
                        Santísima del Sacro-Monte, TOTUS TUUS.