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EL HERALDO
Revista Artística, Literaria y de Intereses Generales
01/02/1892 - págs. 1 y 2
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EL VOTO DE LA CIUDAD
DE GRANADA
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Vista del Horno de San Cecilio
Fenómeno sorprendente y de árdua solución, es el olvido en que los granadinos tienen á su Patrón San Cecilio; siendo contadas las personas que llevan su nombre y exígua la devoción hacia el primer predicador del Evangelio en esta comarca. Remóntase el culto tributado á nuestro Padre en la Fé, á la época visigoda como lo atestiguan los Breviarios y Martirologios de aquel tiempo y singularmente el Calendario de Raví Ben-Said (siglo IX); debiéndose á la piedad de aquellos fieles la creación de la Ermita en el Realejo que lleva su nombre, elevada á Parroquia después de la Reconquista. La pequeña Iglesia tuvo el singular privilegio de conservarse abierta durante la invasión agarena; y esa circunstancia -en que se repara poco- no deja de ser elocuente, pues cuando el fanatismo de los árabes les inducía á destruir los templos católicos y á perseguir á los cristianos, cosa es que maravilla, ver á la tímida y pequeña grey agruparse en torno de la imagen de Cecilio, á Cristo dentro del Sagrario, fortaleciéndola con santas inspiraciones, al sacerdote elevando sus plegarias al Cielo y la lámpara, símbolo de la fé cristiana ardiendo sin intermisión.
Preciso es confesar que, á despecho de los invasores, enemigos de la Cruz, el Santo Obispo quiso continuar el ejercicio de su paternal amor y de su autoridad apostólica, en este suelo regado con su sangre, y mantener al pié de los muros de la Alhambra, convertida en oasis de liviandad y de impúdicos amores, enhiesto el estandarte Sagrado que había de ondear triunfante en las torres de la Vela, ocho siglos después.
Pero donde se demuestra por manera admirable la amorosa solicitud que siempre tuvo por Granada, es en el descubrimiento de sus venerandas reliquias y de sus compañeros mártires, ocurrido en las cavernas del Monte Ilipulitano en 1595. Este transcendental suceso -que fué nuevo diamante engastado en la corona de la unidad religiosa, labrada por los Reyes Católicos- inspiró la creación de un Santuario y colegio, modelo de comunidades, que ha conservado viva la devoción á nuestro primer Prelado, incólume el honor del Sacerdocio y ardiente la llama de las letras granadinas. Dios quiso confirmar la verdad de la invención del cuerpo de San Cecilio, en el testimonio de insignes milagros que se hallan ejecutoriados en el archivo Sacromontano. Los huesos de los confesores de la fé, humillados por los tiranos, saltaron de regocijo al destaparse providencialmente las seculares catacumbas, donde resonaba todavía el fatídico nombre de Nerón; y la bienhechora influencia, que puso la divina gracia en los cuerpos quemados, no solo transcendió al territorio de Iliberis, sino á las demás provincias andaluzas.
Aun no había comenzado la fabrica de la Iglesia y casa de los canónigos -pues se hallaban concentrados el fervor y la piedad en las devotas criptas- cuando Sevilla se vió invadida de asoladora peste que venía causando extragos sin cuento en los reinos de Portugal y Galicia. El cabildo municipal hispalense, recuerda en tan críticas circunstancias los beneficios que Dios había otorgado á Granada con el hallazgo de las reliquias; y por medio del venerable arzobispo Vaca de Castro, se encomienda á la intercesión de estos Santos, haciendo llegar sus plegarias y oraciones hasta las grutas sepulcrales; y oida benignamente en el Cielo la fervorosa deprecación, en pocos días quedó libre la Metrópoli del funesto contagio; por cuya merced se remitieron al Prelado granadino dos mil ducados para una lámpara de plata.
Nuestra hermosa Ciudad fué presa el año siguiente, (1600) de la misma infección epidémica que llevó el terror á los corazones y al sepulcro muchas víctimas. Subid al monte, decia en aquel conflicto la voz de la Fé, en donde descansan las cenizas de vuestro Padre y de cuyo sepulcro brotan incendios de caridad, capaces de extinguir la cólera del cielo, de que es mensagera la peste que os aterra. Y postrados los granadinos ante la imagen de sus nuevos patronos, envían al Empírico los ecos de su aflicción: son las plegarias de los hijos de Cecilio, exclaman en coro los ángeles, y Dios vuelve los ojos á Granada, y la muerte se dá por rendida, suspendiendo su obra de destrucción. En reconocimiento de la gracia obtenida, aquel religioso municipio acordó unánimemente el célebre voto de subir por ciudad al Sacro-Monte, todos los años la víspera y el día del Señor San Cecilio, á rendir homenage á las sagradas reliquias y contribuir á la solemnidad que el Cabildo Magistral le dedica.
Los Sres. D. Juan de Gavidia, corregidor, el Licenciado D. Francisco de Garnica, Alcalde mayor, los caballeros Veinticuatros, Jurados y Escribanos del Cabildo, mostraron á la vez su devoción y gratitud, costeando á sus expensas, otra lámpara de plata para las cuevas.
Si se quieren pruebas más recientes, él ha librado á su casa, que es el Sacro-Monte, de la epidemia colérica en las invasiones de 1834, á 1854, 1860 y 1885, donde no ha habido un solo contagiado.
De este modo se renueva cada día la gloria de los santos, como se renueva la juventud del águila y florecen como el lirio en la Ciudad Eterna.
José de Ramos López
Abad del Sacro-Monte
NUESTRO GRABADO
El que aparece en la primera plana representa el lugar en donde murió por combustión el primer obispo granatense, según declara antiquísima lámina de plomo que se guarda en el altar mayor del Sacro-Monte; siendo compa-ñeros de martirio San Tesifón, obispo de Berja, y los discípulos Septentrio, Patricio, Maximino, Supario y Mesitón, cuyos huesos y cenizas se encontra-ron en la misma cripta, sin confundirse, por disposición de la Providencia.
La forma es redonda, como de calera; descubriéndose en la parte superior de la bóveda, la entrada del horno que llega hasta la superficie del monte, por donde debieron de ser arrojados á las llamas. En el interior de la gruta martirial, aparece una imagen de talla de San Cecilio, y la cruz de madera que San Juan de Dios tenía en su pobre aposento, en la que imprimió con sus ósculos los afectos de su corazón y una lámpara que arde constante-mente.
Una verja de hierro custodia el tosco, pero inmortal monumento.
La imagen de San Cecilio que acompaña el presente número, es copia fotográfica de una excelente escultura, como de tres cuartas, que se halla en la capilla subterránea del SSmo. Cristo de la Espiración, que se venera en una de las existentes en las santas cuevas del Sacro-Monte; cuya efigie donó al cabildo el año de 1709 el Arzobispo de Granada, Ilmo. Sr. D. Mar-tín de Ascargorta, que la tuvo en grande estima tanto por su devoción al Santo, cuanto por considerarla obra de Alonso Cano.
EL POPULAR. Diario Granadino Independiente de la Tarde
16/01/1893, pág. 2.- Noticias/Novena
Conociendo el párroco de San Cecilio y los señores que componen la hermandad del Patrón de Granada el extraordinario trabajo que tienen los párrocos de esta capital que todos los años se encargaban de los sermones de la novena, pensaron con buen acuerdo acudir á los señores canónigos del Sacro-Monte para que se hiciesen cargo de los panegíricos y tanto el Ilmo. Sr. Abad como los demás capitulares han aceptado el compromiso de predicar durante el novenario los sermones en honor del Patrón de Granada San Cecilio.
Ya daremos á conocer a nuestros lectores la convocatoria que en breve ha de publicarse.
Felicitamos al Ilmo. Cabildo del Sacro-Monte por haber aceptado tan honroso encargo y al párroco de San Cecilio y cofrades por el éxito de sus gestiones encaminadas al mayor brillo y esplendor de los cultos que anualmente se dedican al Patrón de Granada.
EL POPULAR. Diario Granadino Independiente de la Tarde
24/01/1893, pág. 2.- Noticias/Cultos
El solemne novenario que á San Cecilio dedica su devota cofradía, dará principio hoy 24 del corriente, á las cuatro de la tarde, siendo oradores los señores canónigos de la iglesia magistral del Sacro-Monte, que voluntaria-mente y por devoción a Ntro. Santo Patrono y Titular de su insigne iglesia colegial, se han ofrecido á verificarlo en la forma siguiente:
Día 24.- Sobre el conocimiento de sí mismo.-
El Ilmo. Sr. D. José de Ramos López, abad del Sacro-Monte.
Día 25.- Sobre la vocación de San Cecilio al Apostolado.-
El señor doctor don José María Salvador Barrera, canónigo.
Día 26.- Sobre la virtud de la Fe.-
El Sr. Dr. D. Manuel Medina Olmos, canónigo.
Día 27.- Sobre la esperanza de la vida eterna.-
El Sr. Dr. D. Cristóbal González Fernández, canónigo.
Día 28.- Sobre el Amor de Dios.-
El Sr. Dr. D. José Villanova Fernández, canónigo.
Día 29.- Sobre el amor al prójimo.-
El Sr. Dr. D. Nicolás Sánchez-Diezma y Bachiller, canónigo.
Día 30.- Sobre la paciencia en los trabajos.-El Dr. D. Francisco Medina Pérez, canónigo.
Día 31.- Se cantarán vísperas solemnes por la Real Universidad de Sres. curas y beneficiados.
Día 1º de febrero.- Sobre la devoción á San Cecilio.-
El Dr. D. Adolfo Sánchez Ortega, catedrático del Sacro-Monte.
El día 1º de Febrero, á las once y media de la mañana, será la función principal, en la que será orador el señor D. Mario Maeso y Bermejo, cura propio de Alhama la Seca.
Desde el 27 de enero hasta 1º de febrero estará el Jubileo circular,
en este último día en sufragio de los hermanos difuntos de nuestro Patrón San Cecilio.
El Excmo. é Ilmo. Arzobispo, para concluir estos cultos, bendecirá al pueblo con S. D. M., y después dará á besar la reliquia del Santo.
A todas las funciones asiste la música de la Santa Iglesia Catedral.