Granada, 03/12/2013
La Abadía del Sacromonte se fundó hace cuatro siglos sobre el lema «A María no tocó el pecado primero». Por ello, su Excelentísimo Cabildo, la Asociación de Antiguos Alumnos y la Cofradía del Santísimo Cristo del Consuelo y María Santísima del Sacromonte, defensoras de dicho Dogma, celebrarán el próximo domingo, día 8 de diciembre, cultos de solemnidad en honor a la Inmaculada Concepción, con arreglo al siguiente programa:
- 10'30 h.- Canto de Laudes.
- 12'00 h.- Salutación angélica.
- 12'05 h.- Disertación a cargo de la Dra. Dª. María Julieta Vega: La música y los cantorales del Sacro-Monte. La devoción granadina a la Inmaculada.
- 12'30 h.- Misa gregoriana de la Inmaculada propia de la Abadía y procesión claustral con la imagen de María Santísima del Sacromonte que, con carácter extraordinario, se llevará a cabo con motivo del 75º Aniversario de la fundación de la Cofradía. Cantará la Schola Gregoriana Ilíberis.
Tras las Laudes se ofrecerá un desayuno en la Casa de Hermandad de esa Cofradía, así como una copa de vino español en el vetusto comedor de Antiguos Alumnos al finalizar la procesión claustral.
Quedan invitados cofrades, devotos, antiguos alumnos,
amigos de la Abadía y fieles en general.
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La Consueta de los Canónigos
del Sacro-Monte y la Inmaculada
Entre las Iglesias particulares de España que encabezaron el movimiento de piedad inmaculista sobresale la Santa Iglesia de Granada, cuyo origen se remonta a los primeros tiempos del cristianismo. Y dentro de esta vieja Iglesia particular aparece como impulsora de esta devoción la Abadía del Sacro-Monte, institución religiosa y cultural, fundada a comienzos del siglo XVII por el entonces Arzobispo de Granada, Don Pedro de Castro.
Así, toda la institución sacromontana rezuma inmaculismo desde sus fundamentos, tal y como se recoge en uno de los documentos más importantes que encontramos en la Abadía: la Consueta de esta insigne Iglesia del Sacro-Monte Illipulitano. En este documento de 1620, se percibe la importancia que la temática concepcionista gozaba en la Abadía. Se describen con todo detalle las fiestas y ceremonias que tenían lugar en el Monte Santo de Granada. Entre ellas, destaca sobremanera la de la Inmaculada Concepción de María Santísima, festejada con una solemnidad mayor que la habitual en la Iglesia oficial de entonces. Esta celebración había sido dotada por Don Pedro de Ávila, en una fecha tan temprana como 1611, con la no despreciable cantidad de 3000 maravedíes.
La festividad de la Concepción, en este sentido, era considerada de primera clase y, por tanto, el templo colegial era engalanado con flores, música, fuegos artificiales, hierbas olorosas. Era habitual descubrir el Santísimo Sacramento en la celebración de la fiesta Purísima. Esta tradición de unir devoción inmaculista con la sacramental, muy arraigada en Granada, hunde sus raíces en este período. Fruto de ella surgirá la piadosa jaculatoria: “Alabado sea el Sactissimo Sacramento y la Immaculada Conçepcion de la Virgen madre de Dios Nuestra Señora sin pecado Original”.
Con un lenguaje barroco la Consueta habla en los siguientes términos del oficio del día de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora:
En este dia festivissimo en este Sacro Monte por ser como lo es solar de la concepción o archivo donde desde el tiempo de los Apóstoles se an guardado las mas autenticas scrituras y previlegios que ay por esta Verdad fuera de los de la escritura sagrada por haber dado causa con su descubrimiento para que toda Spaña y en todo el mundo se aya ferborizado la devoción a este misterio y crecido tanto la solemnidad con que hoy se celebra.
Y se recogen las coplillas que cantaban los colegiales del Sacro Monte en las fiestas marianas:
Sale a luz con sentimiento/ de su concepción impura/
toda humana criatura/ entre míseros lamentos.
Pero vuestro Nacimiento/ fue alegría universal/
porque fuisteis concebida/ sin pecado original.
Eva en Ave conmutada/ os halló el ángel Gabriel/
como la culpa cruel/ nunca tuvo en Vos entrada/
Os vio de gracia ocupada/ con la plenitud total/
porque fuisteis concebida/ sin pecado original.
Otra de las ceremonias con carácter típicamente sacromontano y concepcionista, era el rezo de la Salve Regina la tarde de los sábados. Este acto había sido instaurado por Don Pedro de Ávila, primer abad electo del Sacro Monte. Formaba parte de las memorias fundadas por dicho eclesiástico, recogidas en su testamento, con fecha de 28 de noviembre de 1623. Tal y como se recoge en la Consueta, en el Sacro Monte coexistían tres tipos de Salves: la de los sábados, la de las fiestas de Nuestra Señora y, finalmente, la de Cuaresma. Este acto podía celebrarse en tres lugares diferentes según las circunstancias. Normalmente, dicha oración se realizaba en las cuevas. Si hacía mal tiempo, el acto se trasladaba a la iglesia. Asimismo, en el tiempo cuaresmal, la plegaria se realizaba en el coro del templo. Este rito de la Salve, se siguió manteniendo hasta el bien entrado el siglo XIX. Según parece, a la conclusión de este ceremonial, era costumbre que los colegiales cantasen una serie de coplas a la Virgen, cuyo contenido siempre aludía a su concepción inmaculada. Dicha tradición se remonta al siglo XVII.
La sentencia “A María no tocó el pecado primero” de los libros plúmbeos se consideró como la base para pensar que en Granada se había encontrado la noticia más cierta de la creencia concepcionista. En este sentido, los Canónigos del Sacro-Monte han cultivado siempre la devoción hacia este misterio y, como consecuencia, uno de sus principales pilares ideológicos ha sido la defensa y propagación del mismo. De sus Actas Capitulares se extraen datos que confirman el incesante esfuerzo y los movimientos del Cabildo por conseguir la definición dogmática de la verdad de fe a lo largo de los años.
Juan Sánchez Ocaña
Canónigo del Sacro Monte
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Monumento a la Inmaculada junto a las Santas Cuevas,
erigido a expensas del caballero vigésimo cuarto de Granada,
D. Pedro Pascasio Baños y Ortega, el 16 de julio de 1738.
Virgen Inmaculada
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Fuiste llena de gracia en el instante
preciso en el que eras concebida,
y aquella negra mancha contraída
por los primeros padres, alienante,
tu alma no tocó, ni tu semblante.
Virgen Inmaculada, la escogida
para ser Madre de Dios y bendecida
en el Hijo, con nosotros caminante.
Hoy me postro ante Ti para decirte:
bendita Tú entre todas las mujeres;
que Tú eres nuestro orgullo; y a pedirte,
por el intenso amor con que nos quieres,
porque eres tierna Madre de dolores,
que ruegues por nosotros, pecadores. |
Brindis por María Inmaculada
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Y dijo Dios: "Hagamos una rosa
a imagen nuestra -en eternal premura-,
limpia como azucena, humilde y pura
como agua cristalina y primorosa".
Y la hizo Dios purísima y hermosa,
en gracia concebida, con ternura
de Virgen Madre y celestial figura,
de trato humilde y de color graciosa.
María de Nazaret es la doncella:
rosa, azucena, orquídea, clavellina,
violeta y nardo que todo perfuma.
Porque su corazón de Dios rezuma,
y es antorcha que irradia luz divina,
con profunda emoción brindo por Ella.
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-Federico Rodríguez Ratia- |
PLEGARIA A LA VIRGEN SIN MANCILLA
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Oh toda Pura/ flor de la gracia,/
Virgen de vírgenes,/ que á Dios encantas;/
Oh toda Hermosa,/ humilde y alta/
Reina de reinas,/ Santa de santas;/
vida, dulzura,/ nuestra esperanza,/
mientras surcamos/ esta mar brava;
Rosa del cielo,/ de Jessé Vara,/
que el orbe entero/ suave embalsamas,/
Tú, que á la sierpe,/ que emponzoñara/
nuestra existencia,/ gloriosa aplastas,/
de sus traiciones/ é infernal saña/
líbranos siempre,/ oh Inmaculada.
José Gras y Granollers, 1908
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A NUESTRA MADRE MARÍA
IDEAL/Granada, 14/02/1988 - pág. 10
IDEAL/Granada, 19/03/1988 - pág. 11
María Santísima del Sacro-Monte
A MARÍA NO TOCÓ EL
PECADO PRIMERO
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ÁNGELUS
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El Ángel del Señor anunció a María.
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Y CONCIBIÓ DEL ESPÍRITU SANTO.
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Dios te salve, María, llena eres de gracia;
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el Señor es contigo;
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bendita tu eres entre todas las mujeres, y
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bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
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R
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SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS,
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RUEGA POR NOSOTROS, PECADORES,
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AHORA Y EN LA HORA
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DE NUESTRA MUERTE, AMÉN.
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D
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He aquí la esclava del Señor.
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R
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HÁGASE EN MÍ SEGÚN TU PALABRA.
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Dios te salve…
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D
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Y el Verbo se hizo Hombre.
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R
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Y HABITÓ ENTRE NOSOTROS.
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Dios te salve…
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D
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Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
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R
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PARA QUE SEAMOS DIGNOS DE ALCANZAR LAS
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PROMESAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.
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ORACIÓN: Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia
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en nuestras almas para que los que, por el anuncio de tu Ángel,
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hemos conocido la encarnación de tu Hijo Jesucristo
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por su Pasión y Cruz, seamos llevados a la gloria de la Resurrección.
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Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor.
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R. Amén.
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