Crucificado de cuatro clavos, obra de José Risueño Alconchez (hacia el año 1698)

PLEGARIA ante el Crucificado de las Santas Cuevas del Sacro Monte

Documento extraído del número extraordinario del diario granadino GACETA DEL SUR, de fecha 15/06/1911,
bajo el título "Homenaje al Santísimo Sacramento". He aquí su transcripción al castellano actual:

Padrecito mío,
Que en la Cruz estás clavado
Con las culpas que todos cometemos...
¡Que esos son tus clavos!

¡Esos son tus clavos!
¡Culpas maldecidas!
Porque al Padre más bueno que todos,
Le han cortado la vida!

¡Qué dolor tan grande,
Padrecito mío!
¡Que al más bueno de todos los Padres
Lo maten sus hijos!
Te hemos dado mal pago:
Negarlo no puedo,
¡Padre mío perdona a estos pobres!
Ya que eres tan bueno!

Yo no quiero faltarte
Padre de mi alma,
Para que en la hora de mi muerte no tengas
Que echarme nada en cara.

Y antes que te falte,
Mira lo que te digo:
¡Ahorcado se vea mi cuerpo
Padrecito mío!
¡BIENVENIDO/A!

Este blog es en sí mismo un homenaje al Santísimo Cristo del Consuelo y a María Santísima del Sacro-Monte ("Los Gitanos"), Titulares de la Cofradía del mismo nombre, cuya sede canónica está ubicada en la Abadía del Sacro-Monte de Granada. Estas dos instituciones con sus entornos culturales y religiosos constituyen sus refe-rencias fundamentales. De hecho se inicia en el año 2009 para resaltar y acompañar la celebración del cuarto centenario de la Abadía, y se detiene coincidiendo con la salida extraordinaria de la Hermandad, una de las manifestaciones programadas para la celebración del setenta y cinco aniversario de su fundación. Y lo hace agradecido a todas aquellas personas e instituciones, que han contribuido a que su humilde andadura haya sido posible en estos años, y brindando, también, por un presente y futuro de plenitud espiritual y humana de estas dos instituciones granadinas.

SALVEMOS LA ABADÍA DEL SACRO-MONTE

SALVEMOS LA ABADÍA DEL SACRO-MONTE
Panorámica de la Abadía del Sacro-Monte,
referente de los orígenes de la fe cristiana en Granada y de la devoción a la Inmaculada Concepción.

Esta Abadía granadina es una ciudad edificada sobre el monte, que no puede ocultarse y que llama a todos a mirar hacia arriba y a desarrollar la fe en el compromiso social.

Folleto informativo

Arde parte de la Abadía del Sacromonte

ESTE INCENDIO SUPUSO UN DURO REVÉS PARA EL PRESENTE DE LA ABADÍA
¿PODEMOS SER OPTIMISTAS DE CARA A SU FUTURO?

Los granadinos de hoy, como lo hicieron los de ayer, sabrán valorar el inestimable legado sacromontano que supone para su ciudad. No se ama a Granada, si se sube al Monte Sacro en la Fiesta anual de San Cecilio, y después se la olvida. Las autoridades, las instituciones culturales y religiosas, el pueblo sencillo que peregrinó durante siglos a este santuario, ¿llegarán a colaborar en este movimiento de revitalización ya en marcha, para preservar de esta espléndida herencia que las generaciones pasadas nos legaron? UN PUEBLO CONSCIENTE Y MADURO DEBE CONSERVAR Y ACTUALIZAR SU PATRIMONIO RELIGIOSO Y CULTURAL.

A la Abadía del Sacromonte (Autor: Federico Rodríguez Ratia)

A la Abadía del Sacromonte (Autor: Federico Rodríguez Ratia)

Texto íntegro del Pregón de Semana Santa pronunciado por nuestro hermano cofrade
D. Emilio Pintor Rivas, el 3 de marzo de 2013


UN ANTES
Y
DOS DESPUÉS

[Quinteto de trompas interpreta la marcha procesional "La Saeta"]

De fuego y muerte se cubrió Valparaíso,
tres Varones apostólicos con sus nueve discípulos
sus vidas entregaron,
que por defender su fe,
sus cuerpos fueron incinerados.
Hasta la ciudad llegó el olor a carne quemada
toda Granada se cubrió de dolor y de llanto,
más al monte hizo Santo ese fuego traidor.
Cecilio, que así se llama Nuestro Santo Patrón
se venera en la Abadía,
pues llegado ese día Al Consuelo encontró.
Por eso se llama así Nuestra Cofradía,
porque El Consuelo es gitano, porque... Gitano es... el Hijo de Dios.


Rvdo. Padre don Alberto Espinar. Señor Abad de ésta Abadía

Rvdo. Padre don Francisco Alonso. Consiliario de ésta Nuestra Cofradía.

Don Francisco de Paula López Cánovas, Ilustre Hermano Mayor e Ilustre Junta de Gobierno de ésta Nuestra Cofradía del Santísimo Cristo del Consuelo, nuestro Consuelo en la tierra y María Santísima del Sacro-Monte, Madre de Dios vivo y Madre Nuestra.

Gracias querido amigo y hermano Eduardo por la presentación que has tenido para con mi persona, en nombre del cariño, respeto y amistad que ambos nos profesamos, tan sólo te puedo decir una vez más… gracias hermano, abuelo de los gitanos.

Autoridades e invitados.

Mis muy queridos hermanos y hermanas en la fe de Cristo Redentor y Señor Nuestro, en Su advocación de Consuelo eterno, buenas tardes.

Es para mi un privilegio, un extraordinario honor, el poder dirigirme a todos ustedes por tercera vez, para presentarles en esta ocasión el Pregón de ésta Nuestra Cofradía, y digo por tercera vez, pues para aquellos que lo desconozcan el año pasado tuve el privilegio de haber sido designado por esta Junta de Gobierno, exaltador del primer cartel de ámbito internacional de la Real Federación de Hermandades y Cofradías de ésta nuestra ciudad, en la Sagrada Imagen de Nuestro Santísimo Cristo del Consuelo titulado: Fuego en el Sacro-Monte.

Esto sucedió el 15 de Enero del año pasado, posteriormente el día 29 del mismo mes, tuve el inmenso honor por segunda vez, de ser el exaltador del cartel de nuestra Cofradía titulado: Encuentro en el cielo, y ahora… la exaltación del pregón de Nuestra Cofradía.

Como verán ustedes queridos amigos y hermanos, un simple mortal como yo, no puede sentirse más orgulloso ni más honrado al poder disfrutar de tres ocasiones tan ilustres y especiales, de sentirme cofrade, de sentirme hermano, de sentirme miembro de ésta gran familia de cristianos y creyentes que formamos ante nuestros Sagrados Titulares.

En esas dos primeras ocasiones, les hablé con todo el corazón de lo que sentimental-mente significan para mi persona como cristiano, como creyente y cofrade confeso, Dios Padre en la advocación de Consuelo, de lo que mi alma siente frente a la imagen de la Madre de Dios y Madre Nuestra, María Santísima del Sacro-Monte, pero hoy queridos amigos les hablaré de Nuestra Cofradía, de la Insigne, Pontificia, Real, Colegial, Magistral y Sacramental Cofradía del Santísimo Cristo del Consuelo, y María Santísima del Sacro-Monte, de la historia que a todo hermano y cofrade de ésta Cofradía de los gitanos, nos obliga a testimoniar frente al mundo, nos obliga a testimoniar frente a nuestro propio ego. Todos estos títulos que recoge nuestra Cofradía, tienen su origen en el acto fundacional de la Abadía del Sacro-Monte, cuyo uso fue autorizado en el año 1989 por el Excmo. y Rvdmo Señor Arzobispo de Granada Don José Méndez Asensio.

[El Quinteto interpreta la marcha procesional "Pasan los Campanilleros"]

Dicho esto a título de aclaración, comenzaré por el principio, y el principio es darle gracias a Dios y a Su Divina Madre, María Santísima del Sacro-Monte como siempre, con el lenguaje de mi corazón, pero en esta ocasión, será en una oración hecha como lo hacían aquellos primeros artífices fundacionales de esta advocación, en boca de mi muy querido hermano Enrique Vicente Gutiérrez, una magnífica voz para prestársela a la oración que lleva tan profunda dentro de su alma y de su corazón, como la fe que “mamó” de sus progenitores también cofrades.

La tarde se va perdiendo,
la noche sin luz se "quea",
mientras el Consuelo gitano,
mientras el consuelo gitano,
al cielo va por las vereas,
la tarde se va perdiendo,
la noche sin luz se "quea".
Ay mi Consuelo gitano,
Tú que siempre me consuelas,
haz que todos mis hermanos,
haz que todos mis hermanos,
comprendan todas mis penas,
ay mi Consuelo gitano,
Tú que siempre a mi me consuelas.
 
Moreno de verde luna,
crucificado en Cruz de madera,
siendo Tú el Dios de los vivos,
siendo Tú el Dios de los vivos,
Tu perdón en la tierra dejas,
Moreno de verde luna,
Crucificado en Cruz de madera
 
Por el camino de monte,
hasta las mismas santas cuevas,
camina el Consuelo gitano,
camina el Consuelo gitano,
y consuelo el que a mí me deja,
con Su Santísima Madre Madre de Dios y Madre nuestra.


Una historia viva

El 15 de Marzo de 1594, dos hombres que al parecer buscaban tesoros escondidos por los Árabes o Judíos, dieron con unas planchas de plomo (libros Plúmbeos) dentro de una cueva. Escritas éstas en lengua Árabe, relataban y daban a conocer los martirios a que fueron sometidos San Tesifón, San Cecilio su hermano y San Hiscio, tres de los siete Varones apostólicos, junto con sus nueve discípulos.

En 1598 se construye una casa para poder dar guarda y custodia a esas reliquias y en 1600 se comienza a construir una colegiata.

Este es el principio de Nuestra Abadía, sobre la que está cimentada Nuestra Cofradía y, desde donde se recogen todos sus títulos como anteriormente he comentado.

Con la fama que va adquiriendo esta tierra y las consecuentes visitas, una serie de familias de etnia gitana y familias de pocos recursos económicos, se van estableciendo en las mismas. Aprovechando lo angosto del terreno, sus viviendas las hacen a base de cuevas, donde practican a los visitantes la quiromancia.

Echadores de cartas, lectores de manos, y buenaventureros hacen de esta parte de Granada una zona muy especial para los interesados en la historia a la cual seguimos siendo fieles y el turismo en general.

Una vez dada a conocer con una pincelada el principio de nuestra historia, con el permiso de todos ustedes comenzaré con el pregón en sí mismo de Nuestra Cofradía.

Corría el año de 1939, concretamente el día 14 de Mayo recién terminada esa fatídica guerra fratricida entre hermanos, padre e hijos que dividiera España en dos, cuando se reúnen una serie de amigos y convecinos para dar culto externo a Nuestro Sagrado Titular, al Santísimo Cristo de las Santas Cuevas, puesto que el culto interno ya se le estaba dando.

Un Cristo completamente diferente a los demás, y no sólo por el color de su policromía, por su realismo, sino porque Este Cristo era y es una Imagen crucificada por cuatro clavos. Una visión completamente diferente de crucifixión, a la que hasta entonces se tenía por desconocida en aquellos tiempos. Pero no fue hasta el día 29 de Junio del mismo año, cuando se lleva a cabo la primera reunión constitucional de la misma. Esta se formó con los asistentes: Don José Estévez Toro, Don Agustín Pacetti y Don José Jiménez Casquet, primer Hermano Mayor de nuestra Cofradía.

Es evidente, que junto a estos señores, le siguieron otros muchos convecinos tanto gitanos como payos, y tanto es así, que la primera salida, que la primera catequesis urbana que hace esta nueva Cofradía, se lleva a cabo desde este templo Abacial, hasta el Peso de la harina, con la subida de la Imagen que se procesiona hasta el cerro del Aceituno, sede del Arcángel San Miguel, patrón del Albayzín, volviéndose de nuevo sobre sus pasos al templo Abacial, donde queda en dicha Abadía. Esta Imagen que procesiona por primera vez la Cofradía no es con El Santísimo Cristo de las Santas Cuevas, sino con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús.

La segunda vez que esta Cofradía hace una catequesis urbana, lo hace ya con el Santísimo Cristo del Consuelo, hasta el anteriormente mencionado Peso, pero Sólo, sin acompañamiento de Imagen Mariana.

Esta presentación estará llena de una cierta información que muchos de ustedes pensarán y dirán que son poco conocidas, bien, ante estos pensamientos, les diré que como anteriormente les he expuesto, es una historia viva, pues vivas están esas personas, esos amigos personales a los cuales llamaré Pablo, porque ellos no quieren figurar con sus nombres en ninguno de estos escritos y respetando su anonimato así lo haré.

Les llamaré Pablo, porque para mí tiene un especial significado éste Apóstol y preguntando a unos y otros todos me respondían con sus recuerdos:

¿Qué sabes tú de la Cofradía de los gitanos?

Pablo me respondió:

- Mira Emilio, yo fui uno de aquellos jóvenes que fundaron esa Cofradía, y comenzó a relatarme sus experiencias con cierta nostalgia que afloraba a sus ojos enturbiados por las lágrimas, al hablarme de aquellos tiempos y de aquellas gentes, de sus recuerdos como cofrade. Pero lo primero que me dijo, fue:

- El motivo por el cual esta Cofradía se formó, fue para darle gracias a Dios, porque en los tres años que duró la guerra civil, no hubo que lamentar ninguna víctima o muerte en el barrio por este motivo, pero había mucha gente que no eran adictas a la política de ese régimen y por lo tanto se mantenía medio ocultas, pero una vez creada la Cofradía, estas gentes se mezclaban con otras y podían salir a la calle más libremente y con más seguridad.

Me hablaba con cierta tristeza de sus recuerdos, eran otros tiempos que según él y pese al paso del tiempo, han cambiado muchas cosas en la Cofradía como es lógico y normal, excepto la fe. Esa fe que nos impulsa desde lo más profundo de nuestra alma, desde lo más profundo de nuestro corazón, a todos los hermanos a decir, soy de los gitanos con ese orgullo que tan sólo nosotros mismos sentimos, al sentirnos así. Me hablaba de nombres y de apodos de aquellos primeros penitentes, porque hacían verdadera penitencia en sacar a Nuestro Sagrado Titular, y en recuerdo a esos primeros integrantes cofrades, diré.

Tú Padre mío, 
Tú Sagrado Cristo del Consuelo, 
Tú que eres mi anhelo 
y que Crucificado en una Cruz de madera Estás, 
Tú que Eres mi despertar, 
no tengas en cuenta mis pecados 
y como a Tu Santa Madre, 
María Santísima del Sacro-Monte, 
cuando muera, dame la verdadera vida 
pues a Vuestro lado quiero estar.
  
Voces de muerte sonaron en Valparaíso, 
voces de muerte que la muerte anunciaban, 
porque a San Cecilio en las Santas cuevas 
sus carnes incineraban, 
voces de muerte que hicieron a este monte, 
monte Sacro, 
más no temáis hijos de Dios, 
y tener siempre presente, 
que Cristo murió en la Cruz 
para hacer a ésta diferente.
 
Porque a Su Divina Madre nos entregó 
y como Madre, 
Ella siempre está presente,
porque Ellos son luz y vida,
para nosotros, los creyentes.

[El Quinteto interpreta la marcha procesional "Consuelo Gitano"]

Como es lógico y normal le pregunté a mí amigo y confidente, por la tradición del cante y de las fogatas, y él con la misma nostalgia me respondía haciendo memoria:

- Mira Emilio, tú sabes que en aquella época, había mucha incultura, y esta gente se expresaba de la mejor manera que sabían y, con el mayor sentimiento de que eran capaces, amén de que hubo gente que se tubo que ir del barrio por miedo a las represalias políticas, y sólo volvían en tiempo de Semana Santa. Éramos todos una gran familia frente a la Imagen de Nuestro Consuelo, y ya sabes lo que ocurre cuando se está en familia, la alegría salta a borbotones por los cuatro puntos cardinales y así se comenzó a cantarle al Cristo, desde la terraza Zoraida, que contaba con tres terrazas más, y cuando uno terminaba desde "una", "saltaba" el otro desde la otra, parecía un concurso de saetas, pero no creas tú que sólo se cantaba por saetas, no, cada uno lo decía como mejor sabía y con el corazón, y por varios palos. Recuerdo por ejemplo a tantos y tantos que no te doy nombres por miedo a ofender a alguno que no diga, y prefiero callarme, pero si esto lo dices donde lo vas a decir, seguro, seguro... que alguno se dará por aludido en el tiempo, recordando a algún familiar o amigo entrañable.

- El tema de las fogatas, no era otro que el de quitarse el frío de la espera, pues tú sabes el frío que hace en el camino del monte en ese tiempo, qué te voy a decir a ti que eres también de aquí. Fíjate que incluso se hacían fogatas en la fuente del avellano, pues había familias que se apartaban del bullicio y preferían verla desde ese punto tan apartado.

Las fogatas se hacían con abulagas, chaparros, con (to) lo que se podía quemar, pero eso si te lo voy a decir, nunca ¿Me oyes? Nunca se ha “pegao” fuego en el barrio, por ese motivo de las fogatas.

Hasta ahora queridos amigos y hermanos, os he comentado la historia viva de Nuestra Cofradía, que escribieron nuestros antecesores, es decir, el antes, Y a partir de aquí, os comentaré los dos después. La historia que ahora nos toca escribir a nosotros, porque… nosotros también deberemos de escribir la nuestra. Nosotros también estamos obligados a dejar un legado a nuestros predecesores, estamos obligados a seguir abriendo camino a esos hermanos que vienen tras de nosotros y para lo cual se están formando en nuestras vocalías.

Puede que cambien los tiempos, puede, puede que también cambien las normas, puede, puede que incluso cambie la historia, puede, pero lo que es la fe, nunca podrá cambiar, siempre debemos de tenerla firme, impoluta, fresca, puesto que somos los herederos de lo más preciado que tiene el hombre y la mujer, somos herederos legítimos de la vida eterna, y de la Imagen y semejanza de Dios y su Divina Madre. Somos como ese grano de trigo que al caer en la tierra fértil, da ciento por uno, porque somos dichosos de haber sido llamados a la cena del Señor, y porque cada día nos sentimos más necesitados de Nuestros Sagrados Titulares, más necesitados de Consuelo, y más necesitados de María, Madre de Dios y Madre Nuestra, y por ello, nos sentimos vivos haciendo que nuestra Cofradía se sienta viva en todos los eventos que podemos ver en el programa de cultos y actividades que nos da a conocer nuestra Junta de Gobierno, pero existen otros eventos que no recogen estos programas, y que podemos ver a pie de calle, como son la asistencia en representación en otras Cofradías y Hermandades. Todos estamos obligados a colaborar con Nuestra Cofradía, pues todos somos hermanos de Ésta, y así tenemos que asumirlo.

Cada año es más difícil el pronunciar un pregón de ésta índole, los pregoneros aunque intentemos no repetirnos, así lo hacemos. Serán otras las palabras que usamos, serán otras las formas, serán distintas las ideas pero en síntesis… son todos iguales y podemos llegar a cansarnos de escuchar casi siempre lo mismo.

Este año pasará igual que en años anteriores, no faltará quien diga la “vin” otro pregón más e igual.

Yo voy a tratar de que aunque sea lo mismo, por lo menos sea un poquito mas ameno y no cansarles, si así lo consiguiera, me sentiría doblemente honrado y dichoso, pero es tan difícil el conseguirlo y sobre todo tras de los pasos de este granadino tan internacional y maestro de maestros, como es Don Escolástico Medina García, que nada más pensarlo, me parece casi imposible, pero por lo menos lo voy a intentar, y es aquí donde…entra las dos partes que faltan para dar a conocer Nuestra Cofradía al completo, pues hasta el momento, no sabíamos nada de la incorporación de Nuestra Señora de los Dolores a nuestra Cofradía, algunos pensarán que me he equivocado. No queridos amigos y hermanos, no me he equivocado en absoluto, puesto que la primera Imagen Mariana que nos acompaña a la Cofradía de los gitanos en esta primera catequesis urbana, así se llamó, esa fue su advocación primitiva, Nuestra Señora de los Dolores, y eso fue en el año de 1940 hasta el año de 1947.

A partir de este año, dicha imagen y durante treinta y cuatro años, queda expuesta al culto de los creyentes en su capilla interna en las Santas cuevas y El Santísimo Cristo del Consuelo, no vuelve a procesionar con su Divina Madre Nuestra Señora, hasta el año 1982, que es cuando se incorpora Nuestra Señora, Nuestra Madre, bajo la advocación de María Santísima del Sacro-Monte, gracias a la gubia del famoso imaginero granadino Don Miguel Zúñiga Navarro.

Hay que rendirse a la evidencia, de que Nuestra Cofradía es la más representativa del mundo a nivel de Pasión, podrá haber alguna o algunas que se nos puedan acercar, pero… comparar, permítanme que diga simplemente que es imposible.

Le han recitado los mejores poetas, le han escrito los mejores literatos, le han cantado los mejores cantautores, le han pintado los mejores pintores, les han fotografiado millones de cámaras, incluso fue elegido como primer cartel de ámbito internacional de la Semana Santa Granadina como reclamo turístico y, cuantos y cuantos hermanos nuestros han fallecido con Sus advocaciones en su boca, en su corazón y en su alma.
¡Mi Consuelo! o... ¡Mi Gitana!

La voz ronca de su tambor así lo demuestra, una sola voz, un sólo sentimiento, un sentimiento tan profundo, tan profundo, como profunda es la noche al subir hacia nuestra Abadía a hombros de nuestros príncipes y princesas gitanas por las siete cuestas, tan profundo como es el sentimiento de nuestras oraciones. Comenzaremos por el traslado, si, por ese abandono involuntario de Nuestros Sagrados titulares desde nuestra Abadía al centro de Granada.

La Abadía llena de gente está,
fuera, Les están esperando,
una puerta antigua se abre
dejando el paso franco,
El Consuelo va a salir
a hombros de sus hermanos
y María sale después,
pues Sólo no quiere dejarlo.
 
No es Semana Santa aún,
sólo es Su traslado,
y lo bajan hasta la ciudad
pues ésta le está esperando
para darle cobijo
hasta el día señalado.
Les llevan a hombros,
no tienen canasta,
pero van iluminados,
y con plegarias
Les llevan sus hermanos,
con pena en el corazón,
pues de su casa Les han sacado.
Las aguas del Darro bajan
como si les fueran buscando,
hasta el río parece decir,
que a mi Cristo me han robado,
pues en su casa ya no está,
“El cobre” mejor tallado,
Este es El Consuelo,
Esta es María Santísima del Sacro-Monte.
Mi Gitana, Mi Gitano.

[El Quinteto interpreta la marcha procesional "Consuelo y Gitano"]

Parece ser que el motivo de que Nuestra Señora y Madre no acompañara a Su Divino Hijo Jesús en su advocación de Consuelo fue, que al ser una Imagen de busto y estar situada a los pies del mismo Cristo, como… que se le hacía de menos, no se podía ver con claridad y entonces fue cuando surgió la idea de... darle otro punto de vista a la Imagen en sí, de darle otro protagonismo dentro de la Cofradía, incluso dentro de Su advocación, pero como todos ustedes sabrán, las obras que se acometen o acometemos dentro de las Juntas de Gobierno, dentro de las Cofradías y Hermandades, se hacen a base de dineros, y éstos faltan siempre, y por ello duró este tiempo de treinta y cuatro años. Una vez que la Cofradía pudo disponer del dinero necesario, no sin esfuerzo, se entablaron conversaciones con el imaginero granadino don Miguel Zúñiga Navarro, quien le da cuerpo y la convierte en Imagen de vestir, eso ocurre en el año de 1982 como con anterioridad le he dado a conocer. 

Desde esta fecha Nuestra Señora de los Dolores, se convierte en María Santísima del Sacro-Monte, haciendo su primera salida procesional desde la Iglesia de las Carmelitas descalzas, hasta Nuestra Abadía. Pues como también sabrán ustedes queridos hermanos y amigos, nuestra Cofradía es una de las más nómadas con que cuenta nuestra ciudad, nuestro mundo cofrade. Parece que hubiera un cierto paralelismo entre Jesús, y Su Divina Madre en aquellos tiempos y, nuestra propia Cofradía, errante en sus puntos de salida, hasta llegar de nuevo al Sagrado Corazón de Jesús. 

Pero toda esta historia se nos queda pequeña queridos hermanos, porque Nuestra Cofradía puede decir a boca llena que es la única en ciertas connotaciones históricas del mundo, por ejemplo, ¿Quién puede decir que venera a Cristo Crucificado con cuatro clavos, o… quién puede contar con nuestro enclavamiento del Monte Sacro de Granada, quién puede decir que su Virgen procesiona con un Palio o toldilla, repujado en el más fino cobre, o qué Cofradía cuenta con tantos Hermanos honorarios como nosotros, qué Hermandad o Cofradía cuenta con tantos títulos? Y aunque pueda sonar un poco pedante ¿Quién no se ha sentido alguna vez gitano en su vida, quién puede presumir de tener en sus pasos la última gota de sangre de Nuestro Señor Jesucristo? 

Esa flor roja que está situada a los pies del mismísimo Cristo del Consuelo así lo afirma. Esa flor tan roja como la sangre, que en lontananza de nuestra Sierra Nevada parece que uniera a Granada con el cielo, esa flor tan roja como la sangre que tan cerca parece unir a Dios, con el hombre.

La Virgen sale a la calle
vestida de “Emperaora”
y El Consuelo va delante
pues no quiere ver como su Madre Le llora.

Ya… en la Plaza,
Isabel la Católica le cede su Trono
pues para ella no existe mejor Señora,
que la que cruza bajo Palio,
y al verla llegar se asoma,
mientras San Matías Le está esperando.

Este a su paso le ofrece flores,
y Ella acorta su paso
para mitigar todos sus dolores,
que por la profecía ya no lo son tanto.

Al pasar por tribuna
todos en pié se reúnen,
y Ella derrama su perdón
pues su papel de Madre asume sin condición.

Por la calle de Mesones pasa
camino de la Santa Catedral,
donde la puerta de la Encarnación se abre
para recibir a su excelsa Majestad.

Calle de la Cárcel pisa,
buscando la Plaza Nueva,
y la luna se asoma por las almenas
pues por la carrera la quiere acompañar.

Mientras La Soledad con la Esperanza esperan
para verla pasar,
y poder decirle a la cara…
hay mi gitana, que guapa vas.

La Concha desde la distancia
le dice a San Pedro,
que éste con San Pablo está,
mira la Reina de los cielos,
que por sus gitanos viene "acompañá".

Hasta las aguas del Darro saltan
para ver Su linda cara,
y ella hace un descanso
a los mismos pies de la Alhambra,
para que descansen sus gitanos
que la quieren con “toa” su alma.

Vamos niñas, meterse,
que nos vamos “pa” la casa.
Llama Paco Rodríguez, su capataz
y ellas se meten bajo el paso,
pues hasta el cielo La quieren llevar,
con una levantá tan grande,
como grande es Su Divina Majestad.

Ya en el camino del monte,
El Consuelo sigue su camino,
Pero la Virgen acorta distancia,
y el cobre luce tan fino,
que hasta las fogatas apagan su lumbre
pues ya conocen Su destino.

El crepitar de sus abulagas se apaga
el gentío se desborda con pasión,
mientras El Consuelo es toda una oración,
que encomendamos Al Padre Divino,
y nosotros le recordamos con pan y vino,
en la Santa Comunión.

Una saeta rompe el silencio de la noche,
rasga el velo de la muerte, 
El Cristo del Consuelo inocente
cruza la capilla del Santo Sepulcro.

Ya estamos cerca de casa,
un esfuerzo más pide Eduardo de la Torre, su capataz,
los príncipes gitanos respiran
volviendo sus ojos hacia atrás,
y ven a la Señora llorando
que solos no los quiere dejar,
y los cubre con su amor de Madre,
como tan sólo una madre sabe amar.

Mujeres de mantilla,
camareras enlutadas,
al cielo elevan sus plegarias
por María Santísima del Sacro-Monte,
nuestra GITANA.

Comienza la subida,
San Cecilio Les está esperando,
mientras el gentío se pregunta…
¿Pero cuando vamos a llegar?
Y una voz al fondo se oye…
Hermanos vamos a disfrutar,
porque el año que viene,
no sabemos si al mundo
se los podremos llevar.

Ya Están los dos arriba,
El Consuelo La está esperando,
más… al verla llorando suspira,
y ese suspiro llega hasta el cielo,
mientras Francisco López Canovas
su Hermano Mayor dice con anhelo…
Madre por fin, por fin… otro año más.

Ya para terminar, pues me encantaría seguir hablándoles de mi Cofradía, de Nuestra Cofradía, no sería honrado si no agradeciera a Paco, mi Hermano Mayor de nuevo su confianza. 

A nuestra Junta de Gobierno. 

A don Eduardo Pérez López, el abuelo gitano y mi presentador en esta ocasión.

A don Enrique Vicente Gutiérrez, por la magnífica interpretación que nos ha regalado con la oración cantada. 

Al magnifico quinteto de trompas que nos ha deleitado con tan emotivas interpretaciones, formado por: 
Isabel Vicente Gutiérrez, Erik Luque Vega, Carlos del Castillo Martínez, Verónica Fernández Román y Marcos Campos Guerrero.

A todos los medios de comunicación que tan cumplida información nos dan de los eventos que hacemos las Cofradías y Hermandades, especialmente a TG-7 la televisión de Granada.

Y a la voz que aún nos falta por escuchar, a doña Irene Pintor Gómez.

A mis Pablos, confidentes y amigos, al igual que a todos ustedes amigos y hermanos, por las atenciones que nos han dispensado a todos nosotros en este pregón, que espero nos recuerden durante mucho tiempo y haya sido de su agrado.

Pero... aún no se ha terminado este Pregón, aún queda algo más por decir y permítanme, que a diferencia de otras ocasiones en que he sido yo el que ha cerrado el evento, en esta ocasión no lo sea y ceda este honor a una joven hermana de ésta nuestra Cofradía de los Gitanos, que desde que nació, se sintió especialmente atraída por esta advocación de Consuelo y María Santísima del Sacro-Monte...

¿Quién me presta una escalera,
para subir al madero,
para quitarle los clavos
a Jesús el Nazareno?
(Saeta Popular)

[Irene Pintor Gómez interpreta "La Saeta" del Insigne Antonio Machado]

Oh, la saeta, el cantar
al Cristo de los Gitanos,
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar.

Cantar del pueblo andaluz,
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras,
para subir a la Cruz.

Cantar de la tierra mía,
que echa flores,
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores.

Oh, no eres Tú mi cantar,
no puedo cantar ni quiero
a Ese Jesús del madero
sino al que anduvo en el mar.
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